lunes, 14 de marzo de 2011

Reportaje: Nos encaminamos al envejecimiento poblacional


La población mexicana se encuentra en proceso de envejecimiento, hoy hay 10 millones de personas en la tercera edad y en 2050 serán 35; en contra parte, en el futuro próximo habrá menos niños  y adolescentes por lo que las necesidades serán otras  y  se deberán acondicionar espacios que respondan a esa nueva mayoría


 

Luz Olivia Badillo

México cuenta actualmente con 112 millones 322 mil habitantes —de acuerdo a la última encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi)—; a nivel mundial ocupamos el onceavo escalón de los países más poblados. No obstante enfrenta un gran reto: proporcionar servicios y espacios adecuados a una creciente población en proceso de envejecimiento.

En 2012 se alcanzará la cúspide de 35 millones de jóvenes, hoy el 50 por ciento de los mexicanos son menores de 25 años. Se calcula que unos 7 millones pertenecen a la generación de los “Ninis”: ni estudio ni trabajo y son considerados por los demógrafos como “bono demográfico”, es decir, personas en edad laboral. Si este sector pasa a engrosar la lista de la economía informal, donde hoy se encuentran más de 28 millones de personas, en el futuro carecerán de algún tipo de prestación social, un sistema de pensiones y cobertura sanitaria.

Los que se integren al sector formal percibirán a penas 2 o 3 salarios mínimos, indica la nota “Vulnerables y sin esperanza” de El Universal del 11 de enero. Ello indica que predomina la precariedad de las condiciones laborales en términos de ingresos y la inexistencia de prestaciones. Por lo que el reto no sólo es proporcionar trabajo, sino uno bien remunerado a las 730 mil personas que anualmente se sumarán a la fuerza de trabajo hasta 2030.

 “Si no se aseguran las condiciones económicas y laborales apropiadas para aprovechar el bono demográfico, la oportunidad no sólo terminará por desperdiciarse, sino que podría transformarse en un pagaré demográfico que pagaría sus dividendos mediante el incremento del subempleo y el desempleo en una sociedad en pleno envejecimiento”, indica el libro Población editado recientemente por el Colegio de México (Colmex).

El Inegi publicó que en una década disminuyó la tasa de crecimiento de la población de 1.9 en 2000 a 1.4 por ciento en 2010. Indica que atravesamos un proceso de transición demográfica: antes la población tenía forma piramidal, la base se encontraba en los recién nacidos, adolescentes y jóvenes, mientras los adultos y las personas mayores de 60 años tenían índices de mortandad altos. Actualmente, se han reducido los nacimientos, los jóvenes son el grueso de la población y ha aumentado la esperanza de vida de los adultos mayores.

Infraestructura pendiente
De acuerdo al Programa Nacional de Población 2008-2012 en poco más de treinta años, la concentración urbana se ha descentralizado de las principales ciudades del país: Guadalajara, Monterrey y zona Metropolitana del Valle de México a varias zonas metropolitanas. La urbanización ha coexistido con una dispersión geográfica en las zonas rurales con en miles de localidades pequeñas, lo cual ha dificultado el desarrollo económico y el acceso a servicios sociales básicos de su población.

Por otro lado, la demanda de viviendas se duplicará, pasará de 26 millones en 2005 a 51 millones a 2050 ello traerá consigo un aumento acelerado del suministro de agua y energía eléctrica. “En el curso de casi medio siglo se deberá construir prácticamente otro país (con la oportunidad de planearlo de acuerdo a las necesidades de la población predominante). Las viviendas se caracterizarán por tener un número reducido de habitaciones para alojar a no más de tres ocupantes por casa”, detalla el libro Población.

Salud: los retos del siglo XXI
El Consejo Nacional de Población (Conapo) calcula que en 2050 habrá 122 millones de habitantes, 59 millones serán hombres y 63 mujeres. La esperanza de vida será de 82 años, similar a la que hoy tiene Japón y superior a la media mundial, que es de 75 años. Las parejas tendrán 1.85 hijos en promedio (hoy es de 2.2). Sin embargo, los malos hábitos alimenticios propiciarán que buena parte de esas personas padezcan enfermedades crónicas: diabetes tipo II, obesidad, hipertensión, depresión y trastornos mentales.

Estas enfermedades crónicas son la causa de que cada año se destine más presupuesto del Producto Interno Bruto al sector salud, sólo en 2011 será de 7 por ciento. En unos años más “se requerirá de médicos especializados: gerontólogos, oncólogos, geriatras, cardiólogos, y menos pediatras. Por los diabéticos, seguramente aumentarán los especialistas en nutrición. Los jardines de niños se deberán transformar en centro de atención a los ancianos”, de acuerdo al capítulo “Las proyecciones de la población hasta mitad del siglo XXI” de Población.

Víctor García Vilchis, director del departamento de Estudios Sociodemográficos y Prospectiva del Conapo destaca los logros obtenidos en las últimas décadas: en 1974 morían 66 niños por mil habitantes en promedio, actualmente los casos se redujeron a 13.7 por mil habitantes. La esperanza de vida aumentó de 64 a 73 años; en promedio vivimos nueve años más.

En opinión de Boris Graizbord, doctor en Geografía Social e investigador del Colmex: “Las instituciones creadas con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el poder eran aparatos muy centralizados como el IMSS o el ISSSTE. Ahora se busca una política de salud de acceso para todos. Antes la sociedad estaba organizada de forma corporativa, ahora hay que responder con políticas más universales debido a las altas tasas de desempleo y a la economía informal”, de ahí la creación del Seguro Popular.

De los 2 mil 454 municipios en el país, 365 presentan un muy alto grado de marginación y concentran al 4.3 por ciento de la población; siete de cada diez indígenas viven en municipios con alto y muy alto grado de marginación con altas tasas de mortandad debido a padecimientos prevenibles y curables a falta de infraestructura hospitalaria y medicamentos.

Ciudades del futuro: competitivas
Pensar en el futuro de nuestra ciudad nos lleva a pensar, primero, si en el presente es competitiva. El término quiere decir que tengamos alta productividad en las actividades que realizamos en la base económica de la ciudad, considera Graizbord. Es primordial que la ciudad aproveche su vocación o vocaciones, es decir, la cualidad que la hace atractiva. Si una ciudad busca atraer turismo y cuenta con una cultura e historia ricas, debe buscar explotar esas cualidades para ser competitiva frente a otras que buscan lo mismo.

“La idea de competitividad está ligada a la calidad de vida. Cada vez vamos a tener más viejitos, usuarios más delicados y vulnerables, no los podemos tener encerrados en la casa, tienen que abrirse espacios recreativos para ellos. La competitividad va de la mano con facilidades para comunicarse, oportunidades de trabajo, transporte público eficiente, señalamientos viales adecuados, acceso a servicios, un ambiente social pacífico. Necesitamos considerar la seguridad como un elemento más”.

La administración pública juega un papel muy importante. Un sitio competitivo es aquel donde se hace un trámite gubernamental ágil, no donde el ciudadano lo hace con incertidumbre de si me resolverán hoy o mañana; es aquel que ofrece información a los ciudadanos, al público en general, donde hay señalamientos viales que te llevan a  donde realmente vas y no te pierden.

Hay ciudades que no nacen sino que se hacen competitivas, no es una cuestión economicista, es la idea de tener amenities, facilidades para hacer atractiva a la ciudad o ciudades (se trata de beneficios tangibles e intangibles de un sitio: baja tasa de delincuencia, una vista agradable, un lugar limpio) que atraigan a los funcionarios de alto nivel y los empresarios inviertan en ésta.

Graizbord observa que la ciudad de México es muy grande y mientras más grandes son las ciudades menos especializadas se encuentran, son más diversificadas. Por ello tiene muchas vocaciones: Puede ser un fuerte atractivo turístico, una ciudad de cultura, de comercio y business. Es el centro de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s), de las innovaciones en términos no nada más de productos sino de procesos, organización y administración.

Boris Graizbord destaca uno de los puntos más importantes o quizá el más: el crecimiento de una ciudadanía informada, conciente de que los hábitos de consumo y de actuar tienen que cambiar debido al impacto del cambio climático. Cada vez hay más mexicanos con ganas e iniciativa de mejorar su calidad de vida y su entorno.

Se diversifican las urbes
La nota “México: El crecimiento de la población no para” de la agencia Prensa Latina estima que “en el área metropolitana del Valle de México viven 20,1 millones de habitantes (abarca al Distrito Federal y municipios del estado de México), es la tercera urbe más poblada del planeta. Sólo la supera Tokio con 36,5 millones de habitantes y Nueva Delhi con 21,7. Sólo la delegación de Iztapalapa tiene una población de un millón 816 mil, tantos habitantes como Gambia.

No obstante, “las grandes metrópolis han dejado de ser el destino exclusivo del éxodo rural y ahora se asientan en ciudades de menor tamaño. El DF se ha convertido en un fuerte polo de expulsión de población, ahora los principales destinos son estados de la frontera Norte, Quintana Roo y Querétaro”, debido a las industria maquiladora y las zonas turísticas, indica el libro Población.

La distribución poblacional en el país tiene tendencias muy marcadas, desde hace 40 años el 25% de la población es rural y no variará mucho. Conapo proyecta que al 2030 el estado de México llegará a los 18.1 millones de personas manteniéndose como la entidad federativa más poblada y en el DF habitarán 8.6 millones de citadinos, no crecerá significativamente.

El problema de las ciudades son las zonas periféricas donde se asientan familias con problemas para acceder a servicios básicos y gastan más dinero en transporte público. Las entidades federativas con menos déficits en prestación de servicios son las que más rápido superan la marginación como Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila e incluso el DF. En cambio Oaxaca y Chiapas son los estados más rezagados, destaca García Vilchis.

Crecimiento ordenado
Aunque no se puede prohibir la movilidad de la población al interior del país, se busca frenar la expansión desordenada de las ciudades a través de la Planeación y Gestión del Desarrollo Urbano, una atribución legal que corresponde a los estados y municipios. El Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 lo aborda con cuatro estrategias:

·        Promover el ordenamiento territorial
·        Promover la certeza jurídica en la tenencia de la tierra y la seguridad pública en los sitios habitados
·        Prevenir y atender los fenómenos naturales
·        Fortalecer el marco institucional federal en materia de desarrollo urbano para crear los instrumentos financieros, técnicos y normativos que requieran las ciudades

Otros hábitos, otra movilidad
Para Boris Graizbord, coordinador del Programa de Estudios Avanzados en Desarrollo Sustentable y Medio Ambiente (LEAD-México) no se puede hacer prospectiva del futuro de México si no se contemplan las facilidades de traslado. “Se requiere todo tipo de transporte: privado, para gente con dinero que se pueda mover en la zona financiera del país; y público, para las zonas de la periferia como el Metro, suburbanos, camiones, bicicletas. El problema de los autos no sólo son los contaminantes sino el congestionamiento vial”.

En el país la gente no está muy acostumbrada a usar el transporte público pero en Europa y en algunas ciudades de Estados Unidos como en Boston, decidieron eliminar las vías rápidas exclusivas para coches. Es como si aquí se cerrara el Periférico y la única alternativa fuera viajar en Metro. No sólo se requieren múltiples formas de transporte sino toda la infraestructura necesaria para tal fin, porque si se extiende el uso de la bicicleta, ¿dónde las colocarían? En Japón, todas las estaciones del Metro tienen enormes estacionamientos para las bicicletas.

Por otra parte, “viviremos dentro de una economía más local. Están cambiando comportamientos y formas de consumo (por ejemplo, pedir a domicilio la comida o el supermercado). El hábito de ir al trabajo también se modificará, no se necesitará estar en una oficina, hay muchas personas que ya lo hacen, laboran desde una cafetería, en casa, en el parque. Esos cambios están orientados a reducir la movilidad porque se invierte mucho tiempo en trasladarse (por lo menos dos horas)”, opina Graizbord.

Y si se usa el transporte público, éste deberá reducir los tiempos de traslado, ahí habrá un efecto rebote: por un lado se facilitará el traslado, y por otro, se ampliarán las posibilidades de no moverse. Como habrá más horas libres, necesitaremos infraestructura para responder a mayores tiempos de ocio, recreación y actividad física porque en la urbe la mayoría de las actividades son sedentarias, especula el doctor del Colmex.

Un enorme reto es superar la necesidad de movilidad entre una entidad y otra, como ocurre con el DF y el estado de México, ello requiere de una mayor coordinación entre poderes y administraciones. El DF es jurisdicción del jefe de gobierno; y en Edomex, los municipios con sus presidentes, es decir, se atomizan las responsabilidades. Recientemente, Graizbord junto con el programa LEAD propusieron una Comisión de Coordinación Ambiental Metropolitana donde se abordarían problemáticas comunes entre entidades: manejo de residuos, potabilización del agua, transporte urbano.

“Hay experiencias en Canadá donde se buscó un gobierno común para toda la zona metropolitana. Es bueno tener diferentes jurisdicciones y administraciones públicas, pero hay asuntos que requieren una escala regional como el transporte: si Cuautitlán Izcalli tiene un transporte eficiente no soluciona el problema de las demás localidades; existe vecindad, lo que pasa en un municipio afecta a otros”, considera.

Un mundo superpoblado
Cada 12 años, aproximadamente, la población del planeta se incrementa en mil millones. Después de China, con mil 300 millones de personas, le siguen India, Estados Unidos, Indonesia, Brasil, Paquistán, Bangladesh, Nigeria, Rusia y Japón. México se ubica en el onceavo lugar de los países más habitados.

A partir del siglo XIX, la población mundial se ha encaminado a la sobrepoblación, en 1850 se llegó a los primeros mil millones de personas, los siguientes mil llegaron en 1930. Los 3 mil millones se registraron en 1960, en 1974 sumaron los 4 mil millones. En 1984 se llegó a los 5 mil millones, en 1999 a los 6 mil y este año sumaremos 7 mil Para 2050 la Organización para las Naciones Unidas (ONU) estima que llegaremos a los 9 mil millones de habitantes.

De acuerdo al libro Población, en 1970 la fecundidad mundial comenzó a declinar hasta caer hoy en día más de 40%, la tendencia es que los nacimientos sigan a la baja; mientras tanto, la ONU prevé que en 40 años necesitaremos otro mundo similar al que teníamos en 1987 para dar cabida a los nuevos millones de habitantes que necesitarán alimentos, un hogar, recursos naturales, energía, atención médica.

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